miércoles, 20 de mayo de 2009

Orejano


Letra de Serafín J García (*)

Yo sé qu'en el pago me tienen idea
porque a los que mandan no les cabresteo;
porque dispreciando las güeyas ajenas
sé abrirme caminos pa' dir ande quiero.

Porque no me han visto lamber la coyunda
ni andar hocicando p'hacerme de un peso,
y saben de sobra que soy duro'e boca
y no me asujeta ni un freno mulero.

Porque cuando tengo que cantar verdades,
las canto derecho nomás, a lo macho,
aunq'esas verdades amuestren bicheras
ande naide creiba que hubiera gusanos.

Porque al copetudo de riñón cubierto
-pa quien n'usa leyes ningún comesario-
lo trato lo mesmo que al que sólo tiene
chiripá de bolsa pa taparse'l rabo.

Porque no m'enyenan con cuatro mentiras
los maracanases que vienen del pueblo
a elogiar divisas ya desmerecidas
y'hacernos promesas que nunca cumplieron.

Porque cuando truje mi china p'al rancho
me olvidé que hay jueces p'hacer casamientos,
y que nada vale la mujer más güena
si su hombre por eya no ha pagao derecho.

Porque a mis gurises los he criao infieles
aunqu'el cura grite qu'irán al infierno,
y digo ande cuadre que pa' nada sirven
los que sólo viven pirichando el cielo.

Porque aunque no tengo ni en qué cáirme muerto
soy más rico qu'esos que agrandan sus campos
pagando en sancochos de tumba reseca
al pobre pión, qu'echa los bofes cinchando.

¡Por eso en el pago me tienen idea!
¡Porqu'entre los ceibos estorba un quebracho!
¡Porque a tuitos eyos les han puesto marca
y tienen envidia de verme orejano!

¿Y a mí qué m'importa? ¡Soy chúcaro y libre!
¡No sigo a caudiyos ni en leyes me atraco!
¡Y voy por los rumbos clariados de mi antojo
y a naides preciso pa ser mi baquiano!

(*) Serafín J García es un poeta uruguayo nacido en 1910. Entre sus múltiples obras figura "Tacuruses" (1936) un libro de poemas costumbristas en el que utiliza el lenguaje gauchesco. "Orejano" es uno de los poemas más conocidos por haber sido llevado a canción por varios interpretes del folkore rioplatense.
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jueves, 14 de mayo de 2009

La paternidad ausente


Lo ocurrido en Paraguay con el presidente Lugo y el descubrimiento de paternidades no reconocidas, nos tienta a hacer lecturas, desde distintos lugares de análisis.

Por Lic. María Marta Vega (*)

Lo ocurrido en Paraguay con el presidente Lugo y el descubrimiento de paternidades no reconocidas que devienen de su vida en ejercicio del Obispado en una de las zonas más pobres de Paraguay, nos tienta a hacer lecturas, desde distintos lugares de análisis.

Lo primero que aparece a la vista es el tema de la ausencia de reconocimiento responsable de la paternidad, en un país como tantos en Latinoamérica, incluido el nuestro, en el que hay 500.000 niños no reconocidos por sus padres, como lo aseguró la ministra de la Niñez de Paraguay.

Si tenemos en cuenta que Lugo era obispo de una de las zonas más pobres de su país y que el hijo que se lo obliga a reconocer es producto de una relación iniciada con una adolescente, nos lleva a los que hemos transitado estas temáticas, a decir que desde la asimetría de edades y seguramente de poder por la investidura de Lugo y la pobreza del contexto, más que amor como quiere hacer suponer Lugo, fue una relación francamente abusiva.

Obviamente que su condición de presidente actual, le confiere impunidad para su categorización como tal, y el partido político que lo llevó al poder tratará de tapar sus abusos personales o inocentes pecados de la carne, con el reconocimiento legal de esta paternidad como corresponde y de las demás que están apareciendo, ADN mediante.

Este nuevo episodio hecho público por la investidura presidencial de Lugo (de otro modo probablemente hubiera quedado en el anonimato como tantos otros) es nada más que una mancha más del tigre, que refleja la doble moral reinante en la sociedad, con el agravante que en el caso que nos convoca, el responsable fue durante los episodios atribuidos, el representante de una poderosa Institución como la Iglesia Católica, que sigue sosteniendo el celibato como garantía de casi santidad, mientras cada vez más miembros de ella aparecen transgrediendo tan noble condición, y peor aún, eligiendo en algunos casos como objeto de erotización o de satisfacción de tendencias que no pueden ser reprimidas desde principios dogmáticos ni imposiciones clericales, a víctimas vulnerables como niños y adolescentes, tal el caso Grassi, actualmente en proceso de juicio por corrupción de menores, sin mencionar otros que fueron ocultados por la Iglesia y que quedaron impunes.

Hay que reconocer que si de obediencia debida se trata, Lugo fue más que obediente con el actual Pontífice y sus declaraciones en contra del uso del preservativo, caso contrario no tendría tanto reclamo de paternidad.

Tampoco es que estas actitudes de doble moral sólo sean privativas de los representantes de la Iglesia, sino más bien es una característica social muy frecuente en estas tierras latinoamericanas, en las que la cultura patriarcal asignó al hombre milenariamente su condición de superioridad abusiva, sexualidad incontenible y disociada en la que los encuentros sexuales en el hombre han sido y son producto de instintos irreprimibles más que de encuentros emocionales y responsables, mientras la mujer ocupó el lugar de sometimiento en el vínculo o de objeto de tentación y concupiscencia.

Si bien las mujeres con cierto acceso a la cultura y al sistema productivo, pudieron sacudirse la postergación y el maltrato milenario, exigiendo por fin los derechos que les corresponden, hay muchas miles en Latinoamérica y ni hablemos de otros lugares más pobres del planeta, que continúan entrampadas en una cultura patriarcal sostenida por variables de pobreza en las que su lugar en los vínculos tiene que ver con la dependencia y resignación, aceptando la herencia de sus antecesoras como simples reproductoras sin acceso al ejercicio de su derechos más elementales, tolerando los abusos y las violencias sociales y familiares, ocultas y manifiestas, por desconocimiento o por simple necesidad de subsistencia.

Tal es la situación de las mujeres pobres de este continente. En este marco se puede comprender tanta paternidad no asumida, debidas a relaciones casuales en el hombre y en la mujer sin más consentimiento que la resignación a su condición de objeto ocasional.

No debe ser casual tantos niños sin identidad paterna. Este fenómeno de padre ausente, se ensambla también con otro, el de la liberación femenina que viene ocurriendo hace décadas, en el que son las mujeres quienes a partir de sus logros de independencia y acceso a la igualdad, deciden concientemente excluir al hombre de sus proyectos limitándolo a la condición de simples sementales para la procreación, sin más función que esa, ya que es sustituido en el ejercicio de la paternidad por la uniparentalidad femenina o por quien ocasionalmente se preste a sustituirla, llámese tíos, abuelos u otras parejas.

Resultado de esto son los nuevos modelos de familias y de vínculos, que dejan a los hijos sin padres, generando no sólo un nuevo modelo de familia, de paternidad y de masculinidad, sino una nueva generación que va incorporando estos formatos de acefalía paterna con sus no pocas consecuencias futuras.

Dice Lacan que la paternidad es fruto de creencias sociales y prescripciones de la cultura. Habría que preguntarse qué lugar le asignará la cultura a estos nuevos padres y especialmente a estos nuevos hijos que ya sea por la pobreza y la herencia de un fisurado modelo patriarcal o por un creciente movimiento de liberación femenina, crecen sin la presencia cotidiana de la figura paterna.

Se acostumbrarán a estas nuevas identidades sin consecuencias en su vida futura o engrosarán como hasta hoy las filas de tantos desordenes como las violencias repetidas, las conductas delictivas por ausencia de modelos paternos estables o por recambio de padres, la falta de límites claros y contundentes desde la deficiencia que representa la monoparentalidad, o de pobreza en la que los hijos tienen que suplir con trabajo la ausencia de uno de los progenitores porque no alcanza para el sustento diario engrosando la innumerable cantidad de niños de y en las calles.

Como sea es indudable que la responsabilidad de la crianza es de hombre-mujer, padre-madre en paridad de condiciones. Ambos son irremplazables como modelos, como transmisores de cultura, como dadores de identidad psicológica y social, como proveedores y aseguradores de necesidades.

Las transiciones no son fáciles…Nos queda como solución blanquear tanta hipocresía, aceptando de una vez lo matrilineal como la única certeza de identidad social y le demos formato legal con la modificación del apellido materno como primero en las inscripciones de nacimientos, así evitamos el estigma de ser hijos de padres no reconocientes o intentamos un equilibrio para no caer en nuevas modalidades tan despiadadas como los que intentamos transformar.


(*) Psicoterapeuta
Espec. en Violencia Familiar y Abuso Sexual.

martes, 5 de mayo de 2009

Romina Picolotti, la María Julia Alsogaray 2


Recibí un mail donde se incluye una patética carta de Romina Picolotti. Más allá de las apreciaciones populares y mediáticas que la calificaron de la María Julia Alsogaray 2, existe algo incontestable.

Mostró una personalidad escenográfica de sencillez mientras gastaba 6 viajes de ida y vuelta en jet privado, y ejerció el más descarado nepotismo con personas cuyos antecedentes no alcanzan para las funciones en que fueron nombrados (el caso Juan Picolotti, su hermano y jefe de Gabinete).

Quienes tenemos varias décadas de lucha sabemos quién es quién en esta Argentina de imágenes prefabricadas.
En la carta que me llegó la escenografía sigue intacta. Picolotti, por ejemplo, vuelve a hablar de su paso por la guerra de Camboya... cuando estuvo menos de un año en 1995.
Varios colegas que han recibido el Premio Nóbel Alternativo, y que sí trabajaron en el sudeste asiático, sonreirían con sarcasmo y justificada sorna.

Al poco tiempo de asumir le dije a Romina Picolotti en un mensaje personal, porque preveía lo que iba a pasar con su gestión, que hubo dos errores. El primero del presidente Néstor Kirchner al ofrecerle el cargo siendo que carecía de capacidad e idoneidad en ambiente. El segundo (de Romina), haberlo aceptado.

Como Premio Nóbel Alternativo conozco a los sobrevivientes de esta distinción, que ya tiene 25 años. Y conozco los antecedentes de Romina Picolotti, porque ahora están disponibles en la web.
Sólo una persona con delirios de grandeza y muy pobre capacidad de autoevaluación pudo aceptar que alguna tercera organización la llegase a proponer, por ejemplo, para el Premio Nóbel de la Paz.

Siento vergüenza ajena al imaginar su nombre artificialmente colocado en listados de gente que sí ha luchado toda su vida por el ambiente, los Derechos Humanos y la Justicia, y que a diferencia de Romina, siguieron siendo personas genuinamente sencillas.

Es importante que todas las organizaciones sepan que más allá de las luchas políticas y de los intereses mezquinos de diarios y gobiernos, lo que quedó al descubierto fue una Romina Picolotti sin ética, que no titubea en pagar costosos vuelos en jet privado para actos mediáticos y minúsculos, y que cree que se gestiona creando secretarías paralelas con parientes afines.

Soy de Córdoba, y ella también lo es. Y aquí se sabe muy bien quien trabaja en serio, y quien lo hizo con abundante escenografía utilizando con dudosa astucia tareas previas hechas por otras organizaciones (CEDHA en los casos barrio Ituzaingó Anexo y DDT en Alta Córdoba, por ejemplo).

Lo mismo ha quedado al descubierto en la Nación. Picolotti traicionó a las ONGs, traicionó a los pueblos originarios y se traicionó a sí misma.

Ninguna carta ni defensa de un funcionario político podrán borrar su patético paso por un cargo público, y su rostro de "yo no fui" en una conferencia de prensa donde el Estado se arroga el dudoso derecho de menoscabar a un periodista.

Personas a quienes respeto genuinamente, como Wangare Matthai, Leonardo Boff, Memorial de Rusia y decenas de hombres, mujeres y organizaciones genuinamente luchadoras jamás estuvieron involucrados en hechos tan pobres, sin ética y mediocres y que rozan la corrupción como los que conocimos.

Romina Picolotti, socialmente hablando, ya fue.
Lástima que sus delirios de grandeza e incapacidad hayan salpicado a quienes trabajan en ONGs y a luchadores que, por cierto, jamás contratarían un jet privado para trasladarse. Porque el dinero que ella utilizó viene de impuestos que paga incluso gente muy pobre, que a veces no tiene 50 centavos para tomar un tren urbano.

Ningún Alberto Fernández puede desmentir actos toscos e impresentables como éste, y mucho menos asumir que hasta ahora "hubo gestión". Picolotti intentó hacer gestión y los resultados -caso el Riachuelo y el informe de la UBA-, están a la vista. No perdamos más tiempo en personas que sin ayuda externa lograron incinerarse por sí mismas.-

Dr. Raúl A. Montenegro
Presidente de la Fundación para la defensa del ambiente (FUNAM)
Premio Nóbel Alternativo 2004 (RLA-Estocolmo, Suecia)
Profesor titular de Biología Evolutiva, Universidad Nacional de Córdoba (Argentina)

domingo, 3 de mayo de 2009

La abuelita


Los abogados jamás deberían hacerle una pregunta a una abuela si no se encuentran preparados para la respuesta.

Durante un juicio, en un pequeño pueblo de Arequipa, el abogado acusador llamó al estrado a su primer testigo, una mujer de avanzada edad.

El Abogado se acercó y le preguntó:
-'Sra. Sánchez, ¿sabe quién soy?'

Ella respondió:
-'Sí, lo conozco, Dr. Garza. Lo conozco desde que era un niño y francamente le digo que usted resultó ser una gran decepción para sus padres. Siempre miente, cree saber de todo, es muy prepotente, abusivo, engaña a su esposa y lo peor de todo, manipula a las personas. Se cree el mejor de todos cuando en realidad no es usted nadie. Claro está que sé quién es Ud.'

El Abogado estaba perplejo sin saber exactamente qué hacer. Apuntando hacia el fondo de la sala le pregunta a la Sra. Sánchez:

-'¿Conoce al abogado de la defensa?'

Nuevamente ella respondió:
-'Por supuesto. También conozco al Dr. García desde que era un niño. Es flojo, medio marica, y tiene un problema con la bebida. No puede tener una relación normal con nadie y es el peor Procurador del Estado. Sin mencionar que engañó a su esposa con tres mujerzuelas diferentes. Una de ellas era la esposa suya.
¿Recuerda?. Claro que lo conozco. Su mamá tampoco está orgullosa de él'.

El abogado de la defensa casi se cae muerto.

Entonces el Juez llama a los dos abogados para que se acerquen al estrado y les dice:

-'Si uno de ustedes, par de pelotudos imbéciles, le pregunta a esta vieja de mierda si me conoce a mí, lo mando a la silla eléctrica.