domingo, 22 de marzo de 2009

La locura de Nerón

LA INCREÍBLE INMOLACIÓN KIRCHNERISTA

Por Fernando Paolella

"¡Qué gran artista muere conmigo!", exclamó Nerón instantes antes de arrojarse sobre su espada, al escuchar los cascos de los caballos enviados por Galba en su persecución.

Quien según las crónicas históricas incendió Roma para luego echarle el fardo quemado a los cristianos, con el fin de erigir una demencial Nerópolis, muere convencido de que era un gran artista, y no un déspota peligroso que había perdido todo apoyo.

Por eso, no es banal que el rabino Sergio Bergman haya utilizado su pirómana figura como alegaría en su alocución en la marcha del miércoles 18, al afirmar que "No hay que confundir el legado de Perón con las locuras de Nerón; hay una Argentina que puede ser República después de Néstor "(Kirchner).

Pues, a la luz de los más recientes acontecimientos nacionales, sin temor a equivocarse existe un gran temor generalizado causado por las próximas movidas intempestivas del matrimonio gobernante.

Cuando la capacidad de asombro del grueso de la ciudadanía parecía estar colmada, la incautación de los fondos de las AFJP mediante, en la calurosa tarde de ayer Cristina Fernández decretó la creación de un confiscatorio Fondo Federal Solidario, que coparticipa a las retenciones en un porcentaje del 70% al Estado y un 30% a las provincias.

Otra vez, de un plumazo, la concepción totalitaria que impera en la mente de los Kirchner sale a luz para paliar el marasmo fiscal, y de paso, mantener domesticados a la caterva de gobernadores e intendentes que ya había mostrados ánimos soliviantados.

Pero lo que no quieren tener en cuenta es que el descontento social está aumentado progresivamente hasta constituirse en un peligroso espiral, mucho peor que el de hace un año atrás.
Y no sólo demuestra su ira la gente común, sino también en las filas uniformadas de la Bonaerense y la Federal la cosa también está poniéndose bastante álgida.

Y no sólo por la falta de equipamiento adecuado, sino también por la seguidilla de muertos entre sus filas, unido a la falta de respuestas a sus reclamos por parte de sus respectivas jefaturas, fuertemente ligadas con el poder político de turno.

Mientras que en La Plata los efectivos de la Policía Bonaerense participan de marchas y reclamos a viva voz sin el temor reverencial por las seguras sanciones disciplinarias, en su homóloga Federal varios de sus integrantes se sienten hastiados y dolidos al comprobar que mientras juegan la vida, sus superiores la pasan mucho mejor y se llevan la porción más grande siempre.


La peligrosa ilusión de junio

Justo hace una semana, cuando se hizo el anuncio del adelantamiento eleccionario al 28 de junio, desde estas páginas se advertía que semejante disparate sólo tenía una razón de peso, que era la imposibilidad de arribar a la fecha inicial de octubre, debido al empeoramiento de la crisis antes negada de plano por los K.
Curiosamente, ese viernes 13 muchos escucharon sorprendidos que el motivo principal de dicho artilugio era precisamente los efectos no deseados y los coletazos de dicho marasmo.

Y hace un par de días, el piketero Emilio Pérsico propaló en el éter la temida posibilidad de que si el matrimonio que nos maltrata desde arriba sale perdedor ese domingo, se alejarán irremisiblemente del poder dejándoselo a "Cobos y Clarín".

De más está decir que las recurrentes desmentidas oficiales para nada obturaron la sensación de espanto consiguiente, sobre todo cuando diversas fuentes pudieron constatar que dicha apocalíptica alternativa fue resuelta hace 20 días atrás en la intimidad del bunker de Olivos.

Así constata el matutino La Nación en su edición del pasado jueves 19, trayendo a la memoria aquella ocasión en la cual un Néstor fuera de sí había ordenado a su esposa que renunciara, luego del voto no positivo del vicepresidente Julio Cobos.
Unido a esta incertidumbre, se debe aglutinar el descontento social que sin exagerar es casi tan candente y explosivo como aquel que desató la ira de diciembre del 2001.

Pues sin tocar directamente el bolsillo de los ciudadanos, ya no es fútil afirmar que a los Kirchner no los detiene nada ni nadie cuando tienen en la cabeza el monotema, hacer caja cueste lo que cueste y reviente quien reviente.

Estaba más que claro que luego del megacurro de los fondos de pensión iban por más, pero no se sabía a ciencia cierta dónde estaba dirigida su codicia. Y ayer por la tarde definitivamente se supo, arrojando napalm al incendio agropecuario buscando la exterminación total de los pequeños y medianos productores para el regodeo sempiterno de las grandes corporaciones agropecuarias multinacionales.

Como evidenció la nutrida concurrencia a las marchas del miércoles 18 en todo el país, gran parte de la ciudadanía ha caído en la cuenta de que se moviliza en defensa propia, ahora no detrás de tal o cual figura o pancarta, y seguramente hará lo mismo cuando deba emitir su sufragio. Pues no se trata de cumplir sólo con un acto meramente comicial, porque en juego está más que nada la integridad de la Nación frente al caos multiforme provocado por un gobierno que a todas luces parece haber perdido la sensatez, embretado en continuar celebrándose a sí mismo.

lunes, 16 de marzo de 2009

Néstor Kirchner y la estrategia del Mono Loco

Dos conductores se lanzan a toda velocidad con sus autos el uno hacia el otro. Los separan cientos de metros. Aceleran a fondo. Si ninguno de los dos da un volantazo a tiempo, el choque será fatal. En cambio, si uno se desvía ambos se salvarán. Eso sí, el que se desvía pierde, y el que pierde es considerado "gallina", que es el nombre con el que se inmortalizó esta competencia suicida en el film clásico de James Dean, "Rebelde sin causa".

Hay dos formas de ganar al gallina. Una es estar loco. La otra, es hacerse el loco. Si uno de los conductores convence al otro de que es capaz de matarse con tal de no perder, tiene más chances de ganar.

A Néstor Kirchner le cuesta poco hacerse el loco. Desde que asumió la presidencia con sólo un 22 % de votos, entendió que su poder era tan endeble que si actuaba con prudencia perdería el juego. Hasta los animales lo saben. Para ser el Macho Alfa no se necesita ser el más fuerte, sino el que los demás consideren que tiene más fuerza. Y Kirchner desde el principio asumió la estrategia del Mono Loco para buscar convertirse en el líder de la manada.

Una noche sorprendió a todos por cadena nacional apretando al presidente de la Corte Suprema, Julio Nazareno, para que renuncie. Otro día humilló al jefe del Ejército obligándolo a subir a un banquito para descolgar un retrato del dictador Videla en el Colegio Militar. Aún era uno de los presidentes más débiles de la historia cuando despertó a los fantasmas del pasado para reabrir el enjuiciamiento social contra los militares del Proceso. Sin aliados políticos, decidió pelearse con el cardenal Bergoglio y la Iglesia Católica, con todos los ex presidentes democráticos y con los periodistas que no aceptaban subordinarse.

Sus enemigos primero le auguraron poca sobrevida, pero enseguida empezaron a preguntarse si realmente estaba loco. La respuesta que se dieron (y que aún hoy se dan en sus charlas privadas) es que Kirchner está loco. O que no tiene medida del peligro, que es algo parecido. Y frente a un conductor loco, lo más sensato es hacerse a un lado.

Algunos antropólogos sostienen que uno de los instintos básicos del hombre sigue siendo la violencia irracional, sólo que la evolución cultural hace que ese gen se mantenga inhibido. A tal punto, que quienes menos controlan ese impulso provocan temor en el resto, que ya no está acostumbrado a ver el descontrol animal en otro hombre.

Los expertos en negociaciones señalan que a veces es conveniente mostrar rasgos inesperados ante un interlocutor, como cierta locura o exasperación. Aseguran que utilizando dosis exactas, esos negociadores pueden obtener buenos resultados.

Un libro reciente sobre el genial ajedrecista Bobby Fischer ("Fischer se fue a la guerra") explica que los jugadores que se enfrentaban con él sentían terror durante las partidas. Por un lado, porque temían que en cualquier momento protagonizara una escena violenta, pero también por su fama de talento inalcanzable que les hacía suponer que cualquier jugada temeraria de su parte podía ser una movida maestra. Y esto obligaba a sus adversarios a malgastar gran parte de su tiempo, aún para contestar las jugadas más torpes del campeón del mundo. Todavía hoy se discute si Fischer está loco o si siempre se hizo el loco, pero todos coinciden en que su actitud lo favorecía a la hora de negociar las mejores bolsas de premios y terminaba destruyendo la psiquis de sus contrincantes.

Hasta ahora, a Kirchner le fue bien con la estrategia del Mono Loco. Gente poderosa, como empresarios, políticos, ministros y periodistas con peso propio, trasuntan cierto temor cuando hablan sobre los ataques de ira del Presidente. "Cuando se pone así es mejor no llevarle la contra", se justifican. James Dean los llamaría "gallinas", como los que torcían el volante a último momento para no chocar.

En los últimos días, el Presidente dio muestras de que no tiene pensado dejar de usar la locura como arma política. El día después de las elecciones porteñas comenzó a batallar contra Mauricio Macri con la misma violencia con la que un general conduce una guerra de liberación.

Un político razonable recomendaría prudencia para no arriesgar su poder y buena imagen. Pero Kirchner podría responder: "Si fuera un político prudente no hubiera llegado hasta acá".

Por Gustavo Gonzalez *

miércoles, 11 de marzo de 2009

Cristina Kirchner, la reina del bling

"Los pueblos están siempre mal gobernados cuando los reyes lo están por sus favoritos".
"De cada cien favoritos de reyes, 95 han muerto en la horca".
Napoleón Bonaparte.

Cristina Kirchner no repite nunca el mismo atuendo desde que asumió como Presidenta.

En este corto periodo, y ya antes como primera dama, ha mostrado un amor desmedido por los diseños exclusivos y las costosas carteras de creadores europeos.

Es más, la oligarca presidenta millonaria Cristina Kirchner hasta ha sido honesta consigo misma: “Para ser buena política no tengo que disfrazarme de pobre”, declaraba su campaña política.

Pero no ha sido sólo su vestuario lujoso sino también sus joyas las que han dado un brillo especial al look CFK.

En cada acto, la presidenta usa 50 mil dólares en alhajas, según un relevamiento en diferentes joyerías de alta gama.

En el acto que realizó en Plaza de Mayo, en el que lanzó una durísima crítica contra el campo e instó a los ruralistas a levantar los cortes de ruta, la Presidenta lucía joyas por un valor similar al de una camioneta 4x4: llevaba un Rolex President que ronda los 20 mil dólares, en su mano izquierda un anillo de oro blanco y oro amarillo de 18 quilates, al que llaman solitario con brillante, y la derecha, uno con zafiro de oro y platino, traídos de exclusivas casas del exterior, valuados cada uno en 10 mil dólares. El par de aros que llevaba puestos también fue tasado en 10 mil dólares.

En las joyerías de Argentina todos buscan poder seducir a Cristina Kirchner para tenerla como clienta. Las grandes casas de la ciudad buscan con esmero que se fije en ellos a la hora de elegir sus brillantes, pero ella, prefiere darle la espalda a la oferta local y sólo utiliza piezas traídas para ella especialmente desde el exterior.

Estos son los precios que maneja Cristina a la hora de comprar sus accesorios: sus colgantes oscilan entre los 15 y 25 mil dólares; sus anillos con brillantes y piedras preciosas no bajan de los 8 mil dólares y sus aros rondan los 10 mil dólares el par.

Su reloj favorito es un Rolex President, de 20 mil dólares, pero en su colección también figura la marca Bvlgari, cuyo valor no es menor a 10 mil dólares.

Tan sólo para hacer una comparación coyuntural, cuando le preguntaron al dirigente rural Alfredo de Angeli por el valor de su camioneta, éste contestó que era un modelo '94 y había pagado por ella 25 mil pesos por una Toyota Hilux modelo 2008, el modelo más usado por los productores, que cuesta alrededor de 40 mil dólares nueva.

Estas cifras demuestran que la Presidenta maneja todo un presupuesto para alhajas, lo que la ha llevado a figurar en la lista de los 10 presidentes más ostentosos del mundo, mejor conocidos como los reyes del "bling".

(bling es una expresión usada para describir a quienes ostentan riqueza, sólo para adornarse, mediante joyas caras, ropa de marca, pieles, coches, relojes, etc).

Ahora, en su viaje a Londres el 2 de Abril, tendrá la oportunidad de ver nuevas piezas de oro, platino y diamantes en la gran capital europea que usurpa nuestras islas Malvinas. Habrá que ver si su apretada agenda le dará tiempo para poder traerse algo.

sábado, 7 de marzo de 2009

El Leviatán argentino

"No creo en la malevolencia de esos corazones". Carlos "Indio" Solari dixit.

Una agencia de remises enfrente de la comisaría. Los choferes, sentados en la puerta, transpiran y se abanican con cartones.

Uno de ellos, duerme dentro del auto. El sol pega fuerte esa tarde. La avenida llena de pozos.

"¿Te acompaño?", le dice un remisero a la morocha imponente que cruza la calle. Los demás se la comen con la mirada.

"Te chupo toda", le grita el más osado y se ríe como un estúpido. El uruguayo lo mira mal. No le gustan los maleducados.

"No te desubiques", le indica.

"Calláte, uruguayo puto, volvéte a tu país". “Cortá la bocha”, dice en voz baja el uruguayo; lo mira fijo y le muestra el arma.

"Italia y Campos", grita la enana, parada en un banquito, "¿a quien le toca?"

"Yo", contesta el evangelista y la enana le pide que no predique porque después los pasajeros la llaman para quejarse. Los colectivos se desvían porque la otra cuadra está cortada. Familias desalojadas se lee en un cartel.

En la esquina hay gomas apiladas y otras tantas desparramadas. Se ven dos carpas y un grupo de mujeres sentadas en unos banquitos, tomando mate. La calle es de los chicos y la aprovechan. Algunos juegan a la pelota y otros a las escondidas.

En la vereda hay dos camas, una mesita de luz y una televisión encendida. El hincha, botella de cerveza en mano, me confiesa que guarda como tesoro un pedazo del tablón de la cancha de Chacarita. Fábricas. Talleres mecánicos.

"Son como conejas", dice una vecina, "lo único que saben hacer es tener hijos".

"Y sí", responde la otra, "son villeras, ¿qué querés?"

Más fábricas. El chico se para frente a la camioneta y apunta. El conductor se agacha y acelera. Mala suerte, a veces funciona y es así de fácil robarse un auto o una camioneta. El miedo, cómplice, nos bendice. Saqueos.

"Levantá la persiana, carajo, o te quemamos el boliche". Resignación.

"Con la gente del barrio no te metás, boludo". Fantoche adoctrina a los pibes chorros. Códigos, de eso se trata.

"¿Entendés, nene?". Es alto fantoche y dealer. La gallega le tiene miedo y cuando va para el almacén le da lo que pida.

"Golosinas, galletitas, fideos, gaseosas, lleváte lo que quieras". De esa forma, la gallega se garantiza protección.

"Chupamelá", le grita Camerún mientras se agarra los genitales, al que le apunta con un láser. Le pegaron cuatro tiros en la espalda, una vez, pero no se murió. Sobrevive, Camerún. Igual que ese perro sin dueño que pasa por la carnicería todos los días. Carne cruda, come el perro.

Al mudo se lo violaron entre cinco. La vieja cuenta que lo vio por la ventana de su casa. "Gemía, el mudo. Bah, hacía esos ruidos que hacen los mudos con la boca. Era como un aullido. Igual yo creo que le gustaba".

"¿Y no llamaste a la policía?".

"Para qué voy a llamar si no vienen cuando están robando, van a venir cuando se están violando a un mudo".

Las señoras se ríen cínicamente mientras salen con los changuitos de la verdulería. "¿Sabés lo que pasa?, si vos le pegás un tiro a alguno de estos villeros de mierda, te tenés que ir. Si, te tenés que ir porque se te viene toda la villa y te queman la casa. Es así, no los podés bajar tan fácil".

Araña camina desconcertado hacia la esquina. Habla solo. La mirada perdida. Saca el arma y duda. Tiene quince o dieciseis años, es lo mismo. Abre la boca y se dispara. La gente se amontona alrededor del cuerpo.

El padre del pibe es de la federal. Si, y la hermana es una loca. Si loca y trola. Y cómo iba a terminar el pobre chico con la familia que tiene. No pero este andaba en la droga, se mató por eso. No tenía opción, o se mataba o lo mataban. Noche.

Noche sin luna y sin estrellas. Sonido de tambores. Animales sacrificados por seres humanos. Gente que entra y sale de una casa. Hay que descalzarse para ingresar. Un hombre con una túnica blanca es el anfitrión. Gritan, cantan, se lamentan. Algo inexplicable sucede allí dentro.

Otro hombre con una capa negra. Las mujeres poseídas se desnudan. Los hombres las rodean. Algunas mujeres lloran y otras se quejan. Interminable, el festival negro. Amanece y hay bandejas llenas de maíz, lápices labiales, cabezas de gallinas y otras cosas que no se sabe ni que son. Nadie se anima a tocar esas bandejas que están dispuestas en la calle. Y ahí están otra vez, esos hermanos, yendo y viniendo en esas camionetas.

El padre le pega a la madre. La madre se defiende como puede. Los hermanos se insultan pero también se besan y se tocan. El más chico es experto en desactivar las alarmas de los autos. Es delgado y sabe escaparse. Nunca lo atrapan. Sin embargo, no pudo huir de la muerte ese día. Ese día nublado en esa terraza. Los dos hermanos que se pelean. Un tiro. Suicidio fue la versión oficial. "¿Otro suicidio más?", murmuran los vecinos. "¿Otro pendejo que se mata?".

Así tan simple. No vale nada la vida, che. Golpea, la muerte. Pero sólo por un momento, después todo vuelve a ser igual. Gente que va y viene. Operarios sentados en las puertas de las fábricas. Chicos que no saben qué hacer ni adónde ir. Por momentos, la voz cansada del Pity Alvarez desde una casa baja. Y el cuervo se ríe y me pregunta qué es lo que pretendo. Si pretendo escuchar blues o jazz.

Además, agrega, la cumbia colombiana es un hecho artístico. Un crítico, el cuervo.

Por la mañana pasan los chicos por la calle vendiendo desodorante líquido para limpiar los pisos. El líder del grupo de vendedores tiene siete u ocho años, es lo mismo.

La señora de la casa del pino admite que siempre les compra desodorante líquido para que cuando sean grandes no le roben. Merca exigen los pibes para que los lleven a votar. Antes nos salían más baratos, reflexiona el puntero. Micros escolares que van y vienen, cargados de gente. Las elecciones siempre son una fiesta. Cerveza, vino, plata y merca. Cajas de comida, también, al menos para que las madres alimenten a sus hijos por un mes.

"Esto antes era el polo de la industria textil", cuenta el viejo sentado en el sillón.

Después con el tiempo fueron cerrando las textiles y ahora esto es lo que queda. Pero antes éramos todos muchachos trabajadores. No había delincuencia. "Igual te digo una cosa, yo no fui a la plaza ese día. Todos te van a decir que fueron porque queda bien decir que uno estuvo ahí. Un momento histórico inolvidable y es como si uno hubiera estado. Y si yo digo que estuve, todos me creen".

El viejo cierra los ojos y se ve en el fondo de su casa, enterrando armas, hace un pozo y guarda las armas envueltas en una tela gris.

A cierta edad los recuerdos se arrastran y aparecen, insólitamente, cuando uno menos lo espera.

Una brisa acaricia la cara del viejo y se lo lleva. A mi me dan ganas de fumar en la terraza.

Jésica Crespo
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jueves, 5 de marzo de 2009

"Piratería y derechos humanos"

Tomás Abraham, pensador y ensayista, dice en "Piratería y derechos humanos", escrito en 2005:

La defensa de los derechos humanos se ha convertido en un botín para uso de piratas. Denunciar torturas, manifestarse en contra del avasallamiento de las libertades del hombre, protegerse de los abusos del poder sirve para que políticos e ideólogos se sientan impunes, se arroguen prerrogativas vitalicias y ejerzan todo tipo de arbitrariedades legitimadas porque alguna vez se han pronunciado o han militado contra las opresiones políticas.

Se indignan cuando la corrupción viene de la derecha, pero si no, es un medio para obtener un poder necesario para un fin sentenciado como bueno. ¿Vos creés que a Hebe de Bonafini le importan los fondos de Santa Cruz? Si son para la causa.

Pero ese es un sector de la sociedad. El otro, el mayoritario, acepta la corrupción como una fatalidad inevitable del país y lo único que le importa es que las cosas avancen. No interesa cómo, pero que avancen. Hay tal resignación.

"Hoy la corrupción está totalmente aceptada. Por la sociedad y por los intelectuales progresistas".

“El chantaje y la extorsión funcionan así. Si hablás de la piratería que hicieron con los derechos humanos para estos fines, te dicen que estás con los genocidas.

Hay una apropiación política de los derechos humanos para legitimar una construcción de poder.

Ese fue el pacto que hizo Kirchner en 2004 con las organizaciones de derechos humanos: "Yo les abro los juicios y ustedes me apoyan en todo". Y las Madres de Plaza de Mayo y las Abuelas de Plaza de Mayo se sacaron el pañuelo.

Estamos discutiendo política y no cuestiones que tienen que ver con los derechos del hombre, sino cuestiones de poder. Y en esas cuestiones de poder ese pacto es para ser denunciado.

Eso no tiene que ver con la violación de los derechos humanos en la Argentina. Tiene que ver con un nuevo pacto político. Y con una apropiación no solamente de los derechos humanos, sino de las voces de los que murieron asesinados en la década del 70. ¿Quién puede hablar en nombre de ellos?

Si hubieran sobrevivido, ¿muchos de ellos pensarían como sus madres y sus abuelas, o como algunas de ellas? Hay muchos que no fueron asesinados y no opinan como ellas, y fueron militantes. Hay otros que han tomado vías más moderadas”.

-El discurso de los derechos humanos limpia.

-Limpia, y no es solamente un malentendido. Eso muestra otro tipo de corrupción que no es la económica. Es una cuestión de amoralidad o inmoralidad y falta de honestidad y de coraje para decir cosas. Hay mucha gente que tiene miedo de hablar porque teme la descalificación pública y la exclusión. En cierto universo la gente lo que menos quiere es que le digan que es de derecha. Hay mucho miedo a la palabra derecha. Hay un conformismo, bastante cobardía y falta de honestidad.

domingo, 1 de marzo de 2009

El gaucho que crió cóndores


“Los cóndores, extendiendo sus alas, facilitaron un planeo de raudo avance. Su blanco collar de plumas, parecía significar un emblema distintivo de bravura, libertad y dominio, realmente lucían poderosos y marciales, como altivos veteranos soldados de un abanderado regimiento en desfile”.

El 28 de septiembre de 1966 18 jóvenes patriotas arriaban las banderas inglesas en Malvinas y enarbolaban siete pabellones nacionales rebautizando a Port Stanley como Puerto Rivero.

Antonio Rivero nació el 27 de noviembre de 1808 en Concepción del Uruguay, actual territorio de la provincia de Entre Ríos; fue criado junto a las tareas de campo con los gauchos, por lo que trabajó como peón en campos y estancias.

En 1827, a la edad de 19 años, fue llevado a trabajar a las islas Malvinas, por el gobernador argentino de estas, Luis Vernet.

Precisamente en Malvinas ocurrieron varios hechos que marcarían a la historia de nuestra Patria...el cañoneo de las fragatas estadounidenses al puerto argentino, la toma de Malvinas por la fuerza por parte de los británicos, hecho ocurrido el 27 de febrero de 1833, y la posterior rebelión encabezada por Rivero, desconociendo y rechazando la autoridad impuesta por el Reino Unido sobre nuestras islas.

Sus compañeros de rebelión eran otros dos gauchos y cinco charrúas agauchados, cuyos nombres eran: Juan Brassido, José María Lura, Manuel González, Luciano Flores, Felipe Salazar, Marcos Latorre y Manuel Godoy.

Como parte de la rebelión gaucha implicó la muerte del gobernador británico en las islas y también la de sus principales colaboradores.

El alzamiento tomó el gobierno de las islas Malvinas y gracias a estos patriotas que amaban a su tierra y defendían su soberanía a ultranza, arriaron la bandera británica e izaron una improvisada bandera argentina. Nuestras islas Malvinas volvieron a ser de nuevo totalmente argentinas desde el 26 de agosto de 1833 hasta el 7 de enero de 1834 después de las invasiones inglesas.

Tal hazaña fue repudiada por Gran Bretaña y hasta por "argentinos" que simpatizaban con los invasores seducidos por su cultura, moda y religión.

Posteriormente Inglaterra volvió a tomar posesión de las islas por la fuerza, luego de ordenar la intervención de la fragata Challenger.

Nuestros gauchos fueron derrotados rápidamente debido a su inferioridad numérica y en armamento.

Los rebeldes fueron llevados como prisioneros a Londres, donde se exigió la pena de muerte para ellos, pero el tribunal inglés los tuvo que absolver al reconocer que sus acciones bélicas habían sucedido fuera de los dominios de su Corona.

Antonio Rivero y los demás gauchos regresaron al país y después de esta Gesta muy poco se supo de ellos. Algunos dicen que la muerte de Rivero sucedió el 20 de noviembre de 1845, combatiendo en la Vuelta de Obligado, aunque también se dice que falleció de muerte natural.

133 años después el Operativo Cóndor repetiría la patriada.

El ejemplo de Rivero impulsó a los jóvenes peronistas a desplegar sus alas para llegar a Malvinas bautizando en su homenaje el puerto de soberanía argentina.

La gran hazaña Patriótica de Rivero como la de “los cóndores” nunca fue resaltada en la historia oficial, quizás porque haber sido realizada por gauchos, criollos que amaban a nuestro suelo, su cultura, su religión; y por ello eran totalmente salvajes e incivilizados para "próceres" como Sarmiento o Mitre.

También el Operativo Cóndor permanece oculto y gran parte de los argentinos lo desconoce, pero el día que seamos soberanos, estas dos gestas serán escritas en letras de oro en la historia de la Patria.

Tanto el Gaucho Rivero como ese puñado de hombres valientes del Movimiento Nueva Argentina se llenaron de gloria al defender la soberanía de nuestra Patria en las Islas Malvinas de la única forma entendible para la Raposa inglesa.